Costa de Marfil lideró el partido de la final ante el equipo anfitrión ruso que demostró que aún llevando 15 partidos de liga ya en su temporada está muy por debajo de la calidad del equipo hispalense.
Digo que lideró Costa de Marfil y es que la batuta la llevaba Romaric que junto a Maresca se hicieron dueños del centro del campo y el jugador africano incluso marcando el primer tanto del partido a los 3 minutos de empezar el encuentro, tras un saque de esquina botado por el uruguayo Chevantón.
Diego Capel explosivo, impresionante dando mas muestras de que con los días su veteranía crece a pasos agigantados demostrando que no solo su velocidad es su fuerte, sino su calidad y visión de juego. El segundo tanto vino de sus botas, una carrera de las que nos tiene acostumbrados, pisa el balón, el primer jugador se va contra la publicidad de la linea de fondo, al segundo lo recorta, centro con la derecha y un grandísimo Koné preparado para cabecear a la red.
El tercero fué de otro hombre enrachado, y es que con el nível de los 4 delanteros sevillanos es fuera de lo normal, y tras otro pase de la muerte de Dieguito Capel remachó a la red por debajo de las piernas del cancerbero.
En fin, 0 a 3, con una buena ocasión de los rusos por una pena máxima en la que Javi Varas demostró que no es un "porterillo" cualquiera, sino un gran portero y sustituto de Palop, que no se duerma este que Varas viene fuerte.
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