Una de las razones por las que el Sevilla no contempla la venta de Palop al Valencia tiene que ver con la burocracia. Desde hace tiempo existe en el Sevilla la intención de ir españolizando un vestuario que se ha convertido en una torre de Babel y la idea choca, según José María del Nido, con lo prohibitivo que está el mercado de futbolistas españoles. Pero, mientras, el director deportivo ha de encajar piezas con mucho cuidado para cumplir las normas cada vez más estrictas que en este aspecto dicta la UEFA. Aún no han llegado los tiempos del 6+5 que propugnaba Joseph Blatter no hace mucho, pero sí se endurecen los criterios en cuanto a jugadores seleccionables año a año y para esta temporada el máximo organismo del fútbol europeo ha elevado de 6 a 8 el número de futbolistas nacionales que un club que juegue competición continental debe inscribir en la lista cerrada de 25 que hay que presentar antes del 31 de agosto. Esta norma el Sevilla la cumple casi raspando. Por lo menos a día de hoy.
Además, de estos 8 futbolistas nacionales que deben reunir unas condiciones (haber cumplido tres años seguidos en un mismo club entre los 16 y los 21 años), la UEFA exige que 4 como mínimo se hayan formado en la entidad que los inscribe, es decir, han de ser canteranos y cumplir el requisito de los tres años seguidos -entre los 16 y los 21- con contrato en el citado club. El Sevilla, que cuenta con Palop, Fernando Navarro y Javi Navarro formados fuera, tendría que tirar de un jugador del filial que se uniera a Jesús Navas, Diego Capel, David Prieto y Crespo para completar los ocho nacionales exigidos. La opción sería incluir a un tercer portero, Javi Varas o Vargas, pero ello incidiría en que resta una plaza de las 25 fichas que la UEFA permite inscribir en la primera lista cerrada. Como es normal, todo ello está condicionando la planificación de la dirección deportiva en materia de fichajes, pero sobre todo a la hora de pensar mucho las salidas, y en ese aspecto entra el futuro Palop. Hay que decir que los técnicos también tienen en la recámara a Martí, pues aunque en teoría no volverá a las órdenes de Jiménez no se sabe qué puede pasar. No obstante, también está la incertidumbre del estado de la rodilla de Javi Navarro y si finalmente será uno de los jugadores que se queden sin ficha.Por todo ello, los técnicos tienen que andar con pies de plomo. Ésta es una de las razones por las que el fichaje de Bruno no se descarta pese a la llegada de Konko, ya que sería la única forma de dar luz verde también a una salida de Crespo en calidad de cedido. Independientemente de que la UEFA permite a lo largo de la competición tirar de una lista B de jugadores menores de 21 años que desde los 16 hayan cumplido dos años en el club, el Sevilla tendrá que inscribir al menos a uno o dos jugadores del filial en la lista A, restando, como ha quedado dicho, plazas de esas 25 fichas permitidas. Esto no es ninguna tontería teniendo en cuenta que aún están por llegar al menos dos fichajes (central y medio centro). A día de hoy, sin contar con estas dos incorporaciones, el Sevilla tiene 24 hombres de la primera plantilla, por lo que sobraría uno. A este respecto aún hay que ver qué va a pasar con jugadores como De Mul o Duda, quienes pueden unirse a Martí en el capítulo de descartes.
Además, de estos 8 futbolistas nacionales que deben reunir unas condiciones (haber cumplido tres años seguidos en un mismo club entre los 16 y los 21 años), la UEFA exige que 4 como mínimo se hayan formado en la entidad que los inscribe, es decir, han de ser canteranos y cumplir el requisito de los tres años seguidos -entre los 16 y los 21- con contrato en el citado club. El Sevilla, que cuenta con Palop, Fernando Navarro y Javi Navarro formados fuera, tendría que tirar de un jugador del filial que se uniera a Jesús Navas, Diego Capel, David Prieto y Crespo para completar los ocho nacionales exigidos. La opción sería incluir a un tercer portero, Javi Varas o Vargas, pero ello incidiría en que resta una plaza de las 25 fichas que la UEFA permite inscribir en la primera lista cerrada. Como es normal, todo ello está condicionando la planificación de la dirección deportiva en materia de fichajes, pero sobre todo a la hora de pensar mucho las salidas, y en ese aspecto entra el futuro Palop. Hay que decir que los técnicos también tienen en la recámara a Martí, pues aunque en teoría no volverá a las órdenes de Jiménez no se sabe qué puede pasar. No obstante, también está la incertidumbre del estado de la rodilla de Javi Navarro y si finalmente será uno de los jugadores que se queden sin ficha.Por todo ello, los técnicos tienen que andar con pies de plomo. Ésta es una de las razones por las que el fichaje de Bruno no se descarta pese a la llegada de Konko, ya que sería la única forma de dar luz verde también a una salida de Crespo en calidad de cedido. Independientemente de que la UEFA permite a lo largo de la competición tirar de una lista B de jugadores menores de 21 años que desde los 16 hayan cumplido dos años en el club, el Sevilla tendrá que inscribir al menos a uno o dos jugadores del filial en la lista A, restando, como ha quedado dicho, plazas de esas 25 fichas permitidas. Esto no es ninguna tontería teniendo en cuenta que aún están por llegar al menos dos fichajes (central y medio centro). A día de hoy, sin contar con estas dos incorporaciones, el Sevilla tiene 24 hombres de la primera plantilla, por lo que sobraría uno. A este respecto aún hay que ver qué va a pasar con jugadores como De Mul o Duda, quienes pueden unirse a Martí en el capítulo de descartes.

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