Amargo empate.

El Sevilla se vio frenado por la eficaz presión del Racing. Palop detuvo un penalti al filo del descanso. La victoria se acarició gracias a un gol de Luis Fabiano a un cuarto de hora del final, pero el Racing acabó empatando en una contra

No ha sido el debut soñado el del Sevilla esta tarde en El Sardinero. El equipo que ha deslumbrado en la pretemporada apareció poco en tierras cántabras, en un choque que por momentos resultó tedioso, con mucho respeto entre los rivales y escasas ocasiones de gol. Aún así los nervionenses se pusieron por delante en el marcador pasado el ecuador del segundo periodo, merced a un gran gol de Luis Fabiano. Parecía que la historia tendría final feliz pero entonces apareció Juanjo, ex del filial, para finalizar una rápida contra local con un inapelable remate de cabeza.

 La realidad es que al Sevilla le costó sacar su fútbol y casi en ningún momento pudo jugar de forma holgada. La presión de los jugadores del Racing llegó a ser asfixiante en determinadas partes del choque y aunque, por ejemplo, en el primer periodo los hispalenses tenían el control del cuero, se mostraban incapaces de llegar con claridad al área local. Tampoco los santanderinos ofrecían guerra en el ataque, aunque a punto estuvieron de ponerse por delante, cuando Squillaci cometió un penalti en los albores del descanso por una entrada mal medida. Garay ejecutó la pena máxima pero apareció Palop y salvó los muebles, una vez más.

En el segundo periodo el Sevilla se vino arriba. Maresca se conectó más al juego y eso se notó. Sin embargo faltaban las bandas. Ni Adriano en la zurda ni Navas en la diestra desbordaban por los extremos, porque los interiores cántabros cerraban casi todos los espacios. Kanouté comenzó a bajar a buscar balones a la medular, en vistas de que el cuero no llegaba arriba... El malí estuvo a punto de sorprender a Toño con un centro chut que se envenenó. En la siguiente jugada Squillaci remató a la salida de un córner y otra vez Toño tuvo que emplearse a fondo. El Sevilla se  mostraba más fino y Jiméenz sacaba a Capel por Navas, con el fin de abrazar el desborde deseado... En una contra el almeriense fue cazado. Maresca sacó la falta templadita y al área, un racinguista rechazó de cabeza y Luis Fabiano cazó el cuero primero con un toque, para luego fusilar sin contemplaciones.

Parecía que el Sevilla se iba a llevar un partido que por momentos se había puesto enrevesado, muy complicado de ganar por el continuo repliegue del Racing. Evidentemente, con la lata abierta los locales comenzaron a dejar espacios y de hecho Adriano, tras ser asistido por Maresca, acarició el segundo, viéndose frustrado su remate por una increible mano salvadora de Toño. El choque pintaba bien, porque al equipo se le veía a gusto con campo por delante, pero todo se fue al traste en una rápida contra local, en la que Juanjo remataba solo entre tres defensas nervionenses.

El empate sentó como un jarra de agua fría al Sevilla, que se quedó ciertamente tocado. El Racing intentó con más corazón que cabeza completar la remontada, pero sus argumentos arriba no ofrecían posibilidades reales para la victoria. El empate se acabó imponiendo en un choque muy físico, en el que el Sevilla determinadas fases ni siquiera pudo respirar con la gran presión de los de Muñiz. El empate de puntos es justo, aunque amargo porque el choque lo llegó a tener el Sevilla en el bolsillo tras el 0-1.



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