Ha sido una larga despedida desde que Turienzo Álvarez diera por finalizada la final en El Montecillo de Aranda de Duero, donde José María del Nido asistió al entusiasmo de un equipo que acaba ciclo. La mayoría de los jugadores se dispersarán entre el Sevilla C, de Tercera División, y el Sevilla Atlético, donde tendrán cabida la próxima temporada algunos de todos estos alumnos aventajados, que en plena celebración le arrancaron al preparador físico, Ramón Quintana, la invitación masiva, con novias incluidas, a su inminente boda.
Fue la penúltima intrahistoria de una fecha inolvidable, el 28 de junio de 2008, cuando toda la colonia sevillista desplazada al broche de oro de la campaña miró por un instante al cielo para dedicarle un sentido y hondo recuerdo a Antonio Puerta, mito ya y símbolo imperecedero de la cantera del Sevilla, una máquina de acumular logros y alegrías.
Es la cuarta ocasión en la que el Sevilla juvenil traslada a Nervión la Copa de España. En 1962, ya la ganaron con Paco Gallego y el portero Rodri ante el Athletic (2-0). El martes 24 de junio se cumplían 46 años. El Sevilla, con Mario Klub como entrenador, se coronó en el Metropolitano de Madrid, donde marcó el delantero Bancalero, que también debutaría en el primer equipo como los dos anteriores.
Pasan más de tres lustros. Estamos en 1979, cuando Manolo Cardo, un ardoroso entrenador que poco después se vestiría de púrpura en el banquillo del primer equipo del Sevilla, volvió a vencer en la gran final al Athletic de Bilbao. El resultado fue un claro 3-1 en el Manzanares.
El once que dispuso el entrenador coriano fue el formado por Fraidíaz, Pedro, Joaquín, Chico, Grande, José Luis,Cano, Manolín, Codesal, Boro (Ruda) y Gervasio. José Luis, Ruda, Gervasio y Codesal hicieron escala más tarde con el propio Cardo en el Sevilla de los albores de los años 80.
La última vez que el Sevilla logró levantar la Copa lo hizo ante el Barcelona en el campo de Fuenlabrada en 1997. La cita finalizó con victoria sevillista por 2-1 ante el Barcelona de Xavi y Puyol. Bonifacio Estrada, entrenador nervionense, alineó a Ramón, Manuel Ángel, Rubén, Marchena, Ñoño, Jesuli, Juanjo, Campano, Moisés, Jaime y Cantos. Además, jugaron Marcos, Cañas, Corino, Godino y Félix. De esta generación, varios llegaron a ponerse la elástica con el primer equipo (Marchena, Jesuli, Cañas y Manuel Ángel). Otros han jugado en Primera División (Campano con el Mallorca).
Ahora, les aguarda un futuro prometedor a quienes tienen por destino Santa Justa a primera hora de la tarde. El portero Juan Martín, los centrales Cala y Bernardo, Ríos, Nene o Hugo, por citar sólo a algunos de los grandes campeones en tierras burgalesas, están llamados a hacer cosas grandes en el Sevilla. La Copa del Rey juvenil, que debe ser sólo el colofón a una temporada de ensueño, ha sido el primer paso.
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